El Asambleón Sierras Chicas exige los diagnósticos ambientales anuales por parte de los municipios

A través de un comunicado el asambleón expreso:
El circuito de los ocultamientos.
Sierras Chicas: tierra plagada de delitos ambientales Prefirieron callar, mantener guardada u oculta la información pública que es su deber garantizar a la ciudadanía, o contestarnos evasiva y ofensivamente. Los mandatarios de Sierras Chicas respondieron a las cartas documento que les
Remitimos el pasado 3 de noviembre. Contestaron en forma extemporánea o Incompleta, sesgando o negando la información, enviándonos a buscarla en otro lado y expresando que nuestro pedido era irrazonable y que los ofendía. Otros no respondieron nunca.
No reclamamos nada disparatado o fuera de lugar. Pedimos copia certificada de los diagnósticos ambientales que anualmente cada 1° de octubre están obligados a elevar a la Secretaría de Ambiente de la Provincia; saber bajo qué legislación actúan en cada jurisdicción y si tenían previsto algún estudio de impacto ambiental o la evaluación estratégica que prevé la norma general de ambiente, tanto para las obras públicas como privadas proyectadas en los distintos ejidos municipales y a lo largo del Corredor de Sierras Chicas.
Necesitamos saber cuáles son las problemáticas y amenazas que cada municipio y comuna tiene identificadas en el territorio y qué están haciendo para impedir que los intereses empresarios sigan haciendo uso y abuso de los bienes comunes, tal como lo venimos denunciando hace años.
Porque sabemos, por ejemplo, que las mineras siguen descuartizando y literalmente explotando nuestras sierras, y que el negocio inmobiliario arrasa sin controles nuestras montañas.
Pero ningún intendente habló de las máquinas y explosivos que destrozan y desfiguran nuestro paisaje, ni de la deforestación, ni de la grave falta de agua que es consecuencia de la devastación de las cuencas, ni de la contaminación de los ríos ni de los basurales y canteras contaminantes a cielo abierto, ni de la gran contaminación sonora en los valles y todas las afectaciones que esta realidad trae a nuestra salud y al ambiente, por ejemplo.
Entre los mandatarios que respondieron a las cartas documento, unos dijeron que ya habían respondido a la encuesta tipo “multiple choice” que les facilita el gobierno de Juan Schiaretti para que año a año cumplan con la tarea vía Google Forms (e incluso mandaron copia de esas abstractas, irresponsables e insensibles respuestas totalmente dibujadas como datos generales); otros dijeron haberse sentido “intimidados” por el requerimiento; otros ningunearon ofensivamente a nuestras asambleas y hasta hubo un intendente que se copió de la respuesta evasiva de otro de sus colegas.
Los habitantes de Sierras Chicas vemos cómo se densifica urbanísticamente el territorio y sabemos que nuestros ríos se están extenuando y contaminando. Pero el interés inmobiliario privado es el que se impone, y todo cierra cuando la Provincia responde con una mega obra para bombear agua desde el llano regado de agro tóxicos para que bebamos en las mismas Sierras donde esa agua se genera y conserva.
Entonces, los responsables políticos parecen responder -mientras no tenemos agua mucho antes de llegar al verano- que no es importante preocuparnos por los desmontes y por el caudal decreciente de nuestros ríos, o porque se estén contaminando con materia fecal, como fue constatado ya en el Chavascate por la presencia creciente de sangrías que desaguan en su cuenca; o por el vertido de cemento en Salsipuedes por parte de corralones amigos a quienes el propio municipio les borra las huellas luego de las denuncias de las vecinas y vecinos. No hubo intendente o jefe comunal que sincerara esta desidia ni dimensionara los delitos ambientales que permiten en sus jurisdicciones.
Por tanto, les decimos: el silencio es encubrimiento. Porque todos obviaron referirse a los desmontes que se propagan con los loteos y barrios privados que invaden las Sierras Chicas, mientras vemos que la ciudad de Córdoba y el modelo de desarrollo del cordobesismo se extienden como un monstruo traspasando sus fronteras hacia los pueblos serranos, devorando la fauna y la vegetación nativas para expandir el dominio del consumista medio urbano sobre la naturaleza, sin evaluar las consecuencias para el presente y para el futuro. Todos evitaron hablar de sus basurales a cielo abierto. Todos responden con hostilidad a quienes cuidamos los bienes comunes; eludiendo la obligación de protección del estado y de los funcionarios públicos que son absolutos responsables de esta destrucción ecocida.
Ni siquiera con evasivas como las que esgrimieron el resto de sus colegas del corredor y los mandatarios de Colonia Caroya y Tinoco -que duplicaron las misivas y remitentes-, los que directamente no respondieron fueron la jefa comunal de Villa Cerro Azul, Laura Wehrli (ex tesorera del destituido Andrés Data, de Hacemos por Córdoba); el intendente de Agua de Oro, Orlando Belli; el intendente de La Granja, Carlos Ambrosich; el intendente de Unquillo, Jorge Fabrissin; y el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi. Su omisión no puede interpretarse más que como un ocultamiento.
¿O debemos confiar en que están trabajando en silencio, y que socializar sus diagnósticos les resultaría una distracción para el cumplimiento de sus deberes? ¿Debemos confiar en que son conscientes del caudal de amenazas que afronta el Corredor y que están a la altura de las circunstancias para garantizarnos una vida con perspectiva en este territorio? ¿O debemos reforzar nuestra sospecha de que menosprecian la importancia de la “información pública” y que su silencio entraña complicidad frente al poder de los negocios que impera en perjuicio del agua, la biodiversidad y el futuro en Sierras Chicas, como en cualquier otra “zona de sacrificio” donde los discursos imperantes confunden “progreso” con devastación?
Quizás debamos consultar los diagnósticos en los archivos de Google Forms de Juan Carlos Scotto, secretario de Ambiente de la Provincia, o quizás insistir para que los intendentes nos ayuden a despejar nuestras inquietudes. Mientras tanto, sabemos que es necesario fortalecer y mantener alertas y activas a las organizaciones del territorio, para que cada vez más vecinas y vecinos nos sumemos a esta gran lucha, con el convencimiento de que el monte es nuestra fuente de agua y biodiversidad, y que será necesario persistir en su defensa frente al atropello del poder económico y el silencio de los cómplices.
Nuestro territorio, 22 de diciembre de 2021
Somos el Asambleón:
Asamblea Sierras Chicas Sin Canteras (schsc)
Asamblea Por El Monte Salsipuedes
Monte Vivo - Vecinxs Autoconvocadxs de Villa Silvina
Salsipuedes Nopuede Dormir
Asamblea Ambiental Vecinal de Villa Las Selvas
Radio Curva
Asamblea del Monte de Unquillo (AMU)
Asamblea Vecinos del Chavascate (AVCH)
Mendiolaza Viva
Asamblea Por El Monte Sierras Chicas Norte
Unión Vecinal Villa Cerro Azul
Mesa por el Agua de La Granja
Comunidad Chavascate
Unión Vecinal de Cerro Azul
Vertientes de Saldán
Consejeros Ambientales y Culturales de Villa Allende
Comunidad Saldán Inchin
Vecinxs Autoconvocadxs por el Ambiente de Río Ceballos